Los rostros de la pandemia: Un acercamiento literario, histórico y filosófico

López Pérez, R.
Anales del Instituto de Chile
Instituto de Chile
2020
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Reseña:

Genéricamente, una pandemia es una enfermedad infecto-contagiosa, iniciada en una región determinada, que traspasa sus fronteras naturales para extenderse a otras áreas (Re de Magni y otros, 1999). La etimología del vocablo nada dice de enfermedad. Proviene del griego y se compone de dos palabras: pan que significa “todo”, y demos referido al “pueblo”, y más precisamente al pueblo organizado. Las palabras tienen una partida de nacimiento y una biografía. Estos aspectos no siempre guardan coherencia y pueden resultan difíciles de rastrear. En este caso particular, “pandemia” adopta sus significados más por su historia que por su etimología.

Pan es un dios griego de los bosques. Un ser lascivo, mitad hombre y mitad animal, que persigue por igual a ninfas y muchachos, y que recurre a la autosatisfacción cuando fracasa en sus intentos. (En otra vertiente, el terror provocado en sus víctimas generó la palabra “pánico”.) Su filiación es incierta, pero en una de sus versiones aparece como hijo de Hermes, quien al nacer lo lleva al Olimpo. Allí los dioses lo bautizan como Pan, porque les alegró el corazón a “todos” (Grimal, 2006).

Concretamente, hay enfermedades cuya presencia es recurrente y alcanzan a toda la población. Se habla de “pandemia” para aludir a esta condición de indeseable universalidad. Sin embargo, en el universo de los significados, las cosas se extienden todavía más, porque las pandemias tienen muchos rostros: son al mismo tiempo infortunios, oportunidades, amenazas, castigos y armas de agresión.

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