“Exitosa entrega de resultados del Proyecto Regional Santiago AG, respecto de las buenas prácticas docentes”

Con la presencia de destacados profesionales de la salud, representantes de diversas disciplinas médicas, se llevó a cabo el día jueves 24 de agosto, la ceremonia de cierre del proyecto titulado “Mejorando los ambientes de aprendizaje: barreras y facilitadores para el ejercicio de las buenas prácticas docentes en especialidades médicas, Facultad de Medicina de la Universidad de Chile”, estudio a cargo de las investigadoras responsables Dras. Karin Kleinsteuber Saa y Ximena Lee Muñoz, y de las investigadoras alternas, Dra. Mariela Torrente Avendaño y Prof. Paula Soto Reyes, junto a las coinvestigadoras Dra. Christel Hanne Altermatt, Prof. Denisse Quijada Sánchez y la psicóloga Paulina Larrondo Valderrama. Este proyecto se enmarca dentro de la adjudicación de un fondo concursable 2021, del Colegio Médico A.G. regional Santiago, que tuvo como propósito promover la investigación, desarrollo y vinculación con el medio, junto con la difusión de resultados de dichas investigaciones en el colectivo.

El equipo investigador del comité de buenas prácticas docentes, entregó a la comunidad los resultados de una investigación que pretende ser un insumo fundamental para los planes de desarrollo que plantean el desafío de posicionar a las buenas prácticas docentes como una prioridad, tanto a nivel de las instituciones de educación como de salud que comparten la responsabilidad de formar y proporcionar atención de salud en ambientes docente-asistenciales libres de cualquier tipo de maltrato.

Resumen ejecutivo del proyecto

Resumen: La Facultad de Medicina pretende comenzar la transformación de sus espacios educativos, asumiendo la responsabilidad de promover las buenas prácticas docentes, coherente con la calidad de la formación con la cual se encuentra comprometida. Dadas las particularidades de esta problemática, resultó oportuno determinar las barreras y los facilitadores para las buenas prácticas docentes, a través de un estudio de caso desde el paradigma cualitativo, analizando los discursos de académicos vinculados directamente con la docencia clínica. La metodología para la recolección de datos fue a través de un análisis de contenido retrospectivo e interpretativo de 442 relatos, provenientes de 308 participantes del curso homónimo “Buenas Prácticas Docentes”, cuyo enfoque estuvo inspirado en el enfoque SoTL, con el objetivo de desarrollar y potenciar el proceso formativo, mejorando los resultados de aprendizaje comprometidos. En base a la evidencia científica generada, la identificación de facilitadores y barreras que resultó de este estudio fue crucial, puesto que constituye una orientación fundada a la institución respecto de los aspectos específicos en que se hace urgente intervenir tanto en la potenciación de facilitadores como en la superación de barreras en el marco de la calidad educativa, y de esta manera, generar orientaciones para toda la comunidad educativa.

Palabras claves: Education environments, medicine, harassment, higher education, medical students.

Desarrollo: Se realizó un proceso de indagación acerca del desarrollo y mejora continua de la docencia, analizando contextos actuales que consideran las características de los estudiantes, identificando implicancias y desafíos en el proceso de enseñanza y aprendizaje clínico. Este marco permitió levantar una experiencia de aprendizaje a través de un curso especialmente diseñado e intencionado hacia los desafíos de la formación profesional, generando evidencia científica comunicable y transferible.

Marco teórico: El ejercicio de la docencia en la Universidad de Chile representa la piedra angular del quehacer universitario, teniendo como fundamento el compromiso y vocación por la formación de personas. Su orientación basada en el sello institucional de excelencia, demanda ciertas competencias entre quienes ejercen docencia, pues es parte consustancial de su trabajo. Sea cual sea la disciplina que se imparte, para la universidad es importante propiciar ambientes educacionales seguros, que, desde la perspectiva de las carreras de la salud, estos se denominan Ambientes de Aprendizaje Clínico (AAC), espacio en el que confluyen el contexto clínico (espacio donde se realiza la atención del paciente) y el contexto educativo (currículo, didáctica, evaluación, etc.). De esta manera, el aprendizaje es mayor cuando existe un buen AAC, con suficientes oportunidades de aprendizaje mediadas por la reflexión y evaluación de la docencia (Schönrock y cols., 2012; Nordquist, 2019). En Chile, un estudio midió AAC de postgrado en residentes de especialidades médicas, siendo más del 50% de los participantes, estudiantes de nuestra universidad. Los resultados indicaron que la percepción “es más positiva que negativa, y con espacios para mejorar, especialmente en tres especialidades médicas que presentaron un puntaje más bajo” (González & Cols. (2022). Tomando este marco referencial, para este estudio uno de los focos de atención es como las instituciones generan estrategias docentes para seguir enseñando y aprendiendo, conscientes del impacto de aquellas en el bienestar de la comunidad académica. Dada una trayectoria arraigada en la cultura propia de cada unidad académica, es que se han detectado actuaciones que pueden favorecer el aprendizaje y modelamiento de un profesional competente y compasivo, y constituyen Buenas Prácticas Docentes (BPD), pero, determinadas actitudes pueden tener un efecto negativo, donde ciertos patrones de conducta se replican y modelan las relaciones tanto estudiante-docente como a la atención de salud en general (Harden, 2000; Passi & cols., 2013; Lee & cols., 2022). Por lo tanto, el propósito de este estudio fue determinar las barreras y facilitadores para el ejercicio de las BPD en especialidades médicas, Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Método: Se diseñó un curso online, con sesiones sincrónicas presenciales participativas y asincrónicas de aprendizaje autónomo, titulado “Buenas Prácticas Docentes”. Este curso, para su formulación, tomó elementos de SoTL, metodológicamente intencionado para la construcción colectiva de los aprendizajes, donde los participantes fueron guiados hacia la reflexión más que a la explicitación de contenidos. Posteriormente, tomando como base los relatos de los participantes del curso, se diseñó una investigación cualitativa (método de casos), de carácter retrospectiva interpretativa, para determinar barreras y facilitadores para las BPD. Resultados Se realizaron 14 versiones del curso, entre los años 2021 a 2023, con 308 participantes (38% hombres, 56% mujeres; 7% no contesta), 60% de ellos con formación docente y 40% sin formación docente alguna. A partir de la sistematización cualitativa de 442 relatos de los participantes, se logró identificar categorías y subcategorías asociadas a barreras y facilitadores para las BPD, los cuales son fundamentales para propiciar ambientes de aprendizaje positivos al interior de los colectivos. Algunas de las barreras identificadas fueron la discriminación por género y apariencia; y ciertos abusos por sobrecarga laboral y académica, entre otros. Por otro lado, aspectos identificados como facilitadores fueron la comunicación, especialmente relacionada con el feedback o retroalimentación, la existencia de espacios seguros y el conocer al estudiante, quien finalmente replicará acciones educativas y del cuidado de la salud. Es importante mencionar que el estudio contó con la aprobación del Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos.

Discusión: De acuerdo con el relato de los participantes del curso, las BPD superan con creces a las malas prácticas, pero, sin embargo, estas son de interés abordar pues generan situaciones de estrés no asociado a lo pedagógico, pudiendo desarrollar, por ejemplo, baja empatía en los estudiantes durante el desarrollo del ejercicio profesional (Carrard & Cols. 2022). Del mismo modo, aquellas percepciones que tienen las personas de su propio aprendizaje se ven influenciadas cuando se las compara con la de sus compañeros. La falta de paridad en la enseñanza entre unos y otros se puede percibir injusta, especialmente por la falta de reconocimiento a la individualidad (Rudland & cols., 2021). Como una forma de abordar estas y otras situaciones, los participantes destacaron el rol de la mentoría docente, que no solo se relaciona con la transmisión del conocimiento disciplinar, sino que también con la apropiación de nuevas ideas y exposición a diversas oportunidades para ampliar el potencial del estudiante en base al respeto y la confianza mutua.

Conclusiones: Es necesario promover y potenciar los facilitadores de las BPD, a través de instancias institucionales explícitas, como la mentoría e inducción académica, y la generación de una línea de investigación que recoja sistemáticamente las experiencias en docencia de todos aquellos que participan continuamente como un todo formador en atención de salud, y que serán finalmente las que se repliquen en ambientes laborales donde se ejercerá la medicina compasiva que se necesita hoy en el país. Limitaciones y futuras investigaciones Se espera que, a partir de los resultados obtenidos, se determinen estrategias de enfrentamiento e identificación de apoyos institucionales específicos frente a las barreras identificadas en este estudio.

Bibliografía:

  • Nordquist, J., Hall, J., Vaverzagie, K., Snell, L., Chan, M-K., Thoma, B., Razack, S., Philibert I. (2019). The clinical learning environment. Medical Teacher, 41(4), 366-372.
  • Schönrock, J., Bouwkamp, T., van Hell, E., Cohen, J. (2012). Key elements in assessing the educational environment: where is the theory? Advances in health sciences education: theory and practice, 17(5), 727-742.
  • González, C., Ahtamon, A., Brokering, W., Budge, MC., Cadagan, MJ., Jofré, P., Muñoz, N., Ocampo, X., Reyes, N., San Martín, P., Silva, MP., Ugarte, MG., Vega, E., Vergara, L., Yuri, F., Kleinsteuber, K., Avaria, MA., Riquelme, A. (2022). Percepción del ambiente educacional de postgrado en residentes de especialidades médicas de universidades chilenas. Rev Med Chile, 150, 381-390.
  • Passi, V., Johnson, S., Peile, E., Wright, S., Hafferty, F., Johnson, N. (2013). Doctor role modeling in medical education. BEME guide Nº27, Medical Teacher, 35(9), 1422-1436.
  • Harden, RM., Crosby, J. (2000). AMEE guide Nº20: The good teacher is more than a lecture-the twelve roles of the teacher. Medical Teacher, 22(4), 334-347.
  • Lee, X., Kleinsteuber, K., Torrente, M., Soto, P., Larrondo, P., Quijada, D., Hanne, C. (2022). Las buenas prácticas docentes en las especialidades médicas: una experiencia desde la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. RECS, 19(2), 95-99.
  • Carrard, V., Bourquin, C., Barney, S., Schlegel, K., Gaume, J., Bart, PA. (2022). The relationship between medical student’s empathy, mental health, and burnout: a cross-sectional study. Medical Teacher, 44(12), 1392-1399.
  • Rudland, J., Tweed, M., Jaye, C., Wilkinson, T. (2021). Medical student learner neglect in the clinical learning enviroments: applying Glaser´s theoretical model. Med Educ, 55(4), 471-477.

Revive las conclusiones del trabajo en el siguiente video:


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